jueves, 30 de abril de 2015

El CONTINUIMO ES UNA ENFERMEDAD QUE PUEDE AFECTAR AL PRESIDENTE DE TURNO QUE ESTA EN EL PODER.

PUNTO DE MIRA
Hatuey, Augusto Lora y reelección

Alfredo Freites
alfredofreitesc@gmail.com


La comisión del Partido de la Liberación Dominicana que visitó a los diputados de esa agrupación retornó sin lograr tumbarles el pulso a los legisladores atrincherados en contra de la modificación constitucional.
Se sospechaba que tal sería el resultado porque los diputados ya habían manifestado su oposición al proyecto.
Se confiaría en que los comisionados tenían nuevos argumentos, muy persuasivos, tanto que podrían abatir la postura que desde tiempo se viene repitiendo.
La actitud de los diputados parece enfrentarlos contra la decisión que lograron los 24 del Comité Político del PLD. Esta divergencia alienta los presagios de división entre los morados porque detrás de la oposición y a favor de la modificación constitucional está la candidatura presidencial.
Los amantes de la modificación constitucional alegan el buen gobierno de Danilo Medina para gestionar la modificación constitucional. Los adversarios presentan una posición de principios que les impide adaptar el texto legal a la figura del presidente en ejercicio. Estos legisladores son todos partidarios de Leonel Fernández, quien aunque no ha declarado su candidatura ha dado todos los pasos para que se entienda que sí aspira.
Simplificando: los que quieren y se oponen a la reforma constitucional desean el poder en el 2016.
La actitud de los legisladores del PLD ha levantado temores de división entre las filas del partido boschista. Esto parecía insólito apenas unos años atrás. Nadie pensaría que los pupilos de don Juan podrían ser enlistados en los procederes de Joaquín Balaguer y de Hipólito Mejía. Sin embargo, ya están todos medidos por el mismo rasero. El continuismo es una enfermedad que puede afectar a los que están en el poder.
La oposición a estas gestiones ha sido mucha. Prestantes hombres del pasado político nuestro han combatido la reelección y han pagado caro por ella.
En las filas del Partido Reformista se vivió un gran enfrentamiento entre Balaguer y el vicepresidente Francisco Augusto Lora que se oponía a la reelección. La disensión lo llevó a fundar el Movimiento de Integración Democrática, que lo postularía a la presidencia y quedó abatido. En el PRD es historia la posición peñagomista de Hatuey de Camps que generó la ira del presidente en ejercicio, Hipólito Mejía y su extrañamiento de la agrupación.
La historia de la modificación constitucional para la reelección ha sido factor divisionista. Hasta ahora el músculo duerme pero la ambición trabaja.