lunes, 25 de noviembre de 2013

“Confiaba en que él iba a cambiar”,EN EL DIA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Estadísticas oficiales de la PGP indican que en el período enero- septiembre del 2013 las mujeres reportaron 45,541 agresiones físicas y verbales en las unidades de atención integral. En ese período ocurrieron 112 feminicidios.

 Wanda Méndez

Santo Domingo

La segunda vez fue la vencida para la joven María (nombre ficticio para proteger identidad). Después de intentar en dos ocasiones denunciar a su pareja por agresión física y verbal en su contra, fue en la tercera ocasión que se atrevió.
En las dos anteriores, María se devolvía de la puerta de la Unidad de Violencia de Género de la provincia Santo Domingo, porque no quería meterlo preso.
A la tercera se decidió. Aquel día en la mañana partió de su casa, en Los Mina, cansada de tantos maltratos. Pero pese a ello, todavía ella no quiere que a su esposo lo metan preso, sino que le hagan una advertencia o lo sometan a terapias, porque es quien mantiene la casa, pues dice que lleva 4 meses sin empleo, después de ser cancelada de una institución bancaria donde laboraba.
La infidelidad de su esposo, dice, fue el detonante de la violencia intrafamiliar y la ruptura de su matrimonio, pues su pareja se puso agresivo después que tuvo una relación “extra” de la cual tuvo una niña.
“Él me culpaba a mí de lo que pasó,  me decía que él se sentía mejor con cualquier mujer que conmigo y empezó hasta acusarme de ladrona,  y a decirme prostituta, basura...”,  cuenta María, mientras esperaba un turno en la unidad de violencia de género para canalizar su denuncia.
Pese a esa infidelidad, ya hace 3 años, dice que en ese momento no denunció ni se separó de su marido porque había quedado embarazada de su segundo hijo y además temía quedarse desprotegida.
“Me quedé aguantando porque confiaba que él iba a cambiar, realmente ese tipo de persona tiene sus virtudes, es un buen padre, es responsable con su casa”, dice.
Discriminación
Se trata de una joven profesional, de 33 años, licenciada en mercadeo , que contrajo matrimonio hace 10 años. Es por ello que se siente inconforme por la forma que dice la han tratado en la unidad de violencia intrafamiliar, pues considera que allí las mujeres son discriminadas.
Ella no se explica  por qué cuando le reciben la denuncia le preguntan  “¿bachiller?”, ¿unión libre? Considera que con esas preguntas cerradas se hace una insinuación de que todas las mujeres que denuncian violencia de género  proceden de bajo nivel académico o no tienen una relación formal. “Yo le contesté: yo soy casada y soy licenciada en mercadeo, esto le puede pasar a cualquiera, no todas las que tú veas aquí aunque las vea desgreñada son de bajo nivel social o académico, porque cuando uno sale de su casa, sale con la ropa que tiene encima”, sostiene.
Y luego de afligirse por esa situación que le lleva a afirmar que no ha recibido un trato humano, empieza a llorar. “Aquí lo encaminan mal, todo el que viene por una situación, viene traumada, te maltratan, con todo lo que uno pasa en la casa, encima de eso aquí no te dan el apoyo que necesitas”,  considera.
Llegó a la unidad con las secuelas de un maltrato reciente, que se evidenció cuando mostró los moratones en el brazo derecho que había recibido esa mañana que acudió a presentar la denuncia. Expresa que esa situación la ha puesto depresiva.
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MUCHAS DENUNCIAS EN SANTO DOMINGO

La provincia Santo Domingo ocupa la primera posición en denuncias de violencia de género e intrafamiliar.  La Unidad que funciona en esa demarcación recibe un promedio de 1,100 denuncias por mes. En el período enero-septiembre de este año recibió 9,902, según datos de la Procuraduría Especializada para asuntos de la Mujer, que dirige la magistrada Rosanna Reyes.
Los casos reportados a esa unidad representan el 21.7% de los 45,541 recibidos en las 16 unidades que funcionan en el país.
La mayor cantidad fueron agresiones intrafamiliares, tanto verbales, físicas y patrimoniales,  con un total de 8,033,  mientras que 1,819 fueron por violencia fuera del entorno familiar.
 En número de denuncias le sigue Moca, con 7,188; Santiago, con 6,842; San Cristóbal, con 5,143, y Puerto Plata con 3,733.  Dajabón, Salcedo y el Distrito Nacional son los tres lugares con menos denuncias, con 338, 1,036 y 1,191, respectivamente
Hasta abril de este año, en Santo Domingo ocurrieron 5 feminicidios, mientras que en el 2012 se produjeron 36,  con seis más que en el 2011, cuando hubo 30.
Esta unidad, situada en la calle Puerto Rico 108, luce pequeña para la  cantidad de mujeres que a diario acuden a denunciar maltratos físicos, sicológicos y verbales.
Preocupa cultura machista
La Colectiva Mujer y Salud evaluó que la conmemoración hoy del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer encuentra al país sumido en una crisis de violencia machista que lo arropa desde hace años, sin que se atisben por el momento indicios de solución.
Apunta que hasta noviembre de este año han ocurrido 126 feminicidios y más de 54,200 denuncias de violencia intrafamiliar y de género, basada en estadísticas del Observatorio de Ciudadanía Activa de las Mujeres.
Califica esas cifras como escalofriantes, porque sitúan a República Dominicana como uno de los lugares más peligrosos del mundo para las mujeres.
Estadísticas oficiales de la ProcuradurÏa General de la República reportan 112 feminicios y 45,541 denuncias de violencia de género e intrafamliar en el período enero-septiembre de este año.
“Esta violencia -que en términos de morbi-mortalidad representa una crisis de salud pública peor que el dengue- es la manifestación más cotidiana y más mortífera de violación de derechos humanos en nuestro país”, subraya la entidad en un comunicado.
Criticó la incapacidad de las autoridades para hacer frente al problema, y planteó que se deben adoptar nuevos enfoques y estrategias, así como variar los presupuestos asignados en el sector público.
Sin embargo, señala que serán insuficientes mientras persista la mentalidad machista, que considera está profundamente arraigada en la sociedad.
Sostiene que la violencia a la mujer se manifiesta en todos los grupos sociales y  religiosos.