lunes, 15 de abril de 2013

Capriles desconoce la voluntad popular y busca el enfrentamientos entre los venezolanos

Caracas, 15 abr. 2013,Tomado de Tribuna Popular TP.- Sin una cifra que avale la presunta victoria electoral de la derecha en los comicios presidenciales celebrados el día de ayer, el candidato perdedor, Henrique Capriles Radonsky intenta desconocer la voluntad popular, emitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) – en base al escrutinio del 99,17 % de los votos – que eligió como ganador al candidato socialista, Nicolás Maduro, con 7 millones 559 mil 349 sufragios.








"Estuvimos conversando y revisando, estamos haciendo todo el proceso de contabilizar y estuvimos viendo los votos en el exterior, los votos cierre de frontera, y cuando sumamos todo eso decimos 'aquí tenemos la posibilidad cierta de que ganamos este proceso electoral", dijo Capriles Radonsky en una rueda de prensa que ofreció desde el comando de campaña antichavista, en donde instó a sus seguidores a desconocer las cifras aportadas por el árbitro electoral, toda vez que en más de 30 minutos de alocución no aportó ni una sola proyección numérica que valide su presunto triunfo.



En el mismo terreno de la sospecha, el abanderado de la derecha en las elecciones del 14-A afirmó que "nosotros creemos que ganamos las elecciones". En base a estas intuiciones, Capriles insistió en la necesidad de contar manualmente todas las boletas de los comicios y extendió un llamado a sus seguidores para que hagan lo propio en las calles del interior y del Distrito Capital.



Mientras el dirigente de derecha alimenta esta matriz de opinión, los más de tres mil observadores nacionales y 170 acompañantes internacionales (provenientes de organismos como la Unasur, Centro Carter, Mercosur, OEA, Celac y la Unión Africana, por ejemplo) han avalado la transparencia del sistema electoral venezolano, catalogado por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter y director del centro homónimo como "el mejor proceso electoral" de las 92 elecciones que ha observado la institución que preside.



Desde 1998, la plataforma del sistema electoral venezolano se ha sometido a un proceso de automatización que ha evolucionado hasta el punto de convertirse en referencia mundial, en la medida en que permite el conteo automatizado de cada uno de los votos emitidos por los electores. Coincidencialmente, desde ese año se ha hecho moneda corriente el que la derecha siembre dudas sobre los resultados electorales.



Para la consulta del día de ayer, en la que participaron casi 15 millones de electores (de acuerdo al último conteo del CNE), se incluyeron 16 procesos y/o elementos auditables: Registro Electoral; producción de los cuadernos de votación; fabricación del desengrasante y la tinta indeleble; base de datos de personas elegibles a los organismos electorales subalternos; software de selección de los miembros de mesa; software de las máquinas de votación; producción de las máquinas; infraestructura electoral; sistema de totalización; datos y código fuente del Sistema de Autentificación del Votante; producción del Sistema de Autentificación del Votante; predespacho del Sistema de Autentificación del Votante; red de transmisión de resultados electorales; predespacho de las máquinas; cierre del proceso o "auditoría en caliente"; y auditoría posterior con el 54% de las mesas (escogidas de manera aleatoria).



Todos estos elementos, aunado a lo observado por las delegaciones nacionales e internacionales de acompañantes durante el desarrollo de los comicios presidenciales llevó al jefe de la Misión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Carlos Álvarez, a solicitar el respeto de los resultados electorales emitidos este domingo por el CNE por ser ésta la "única autoridad competente en la materia de acuerdo a las disposiciones constitucionales y legales de la República Bolivariana de Venezuela".



So pena de estas certificaciones, el candidato de la derecha, incluso días antes de las elecciones esgrimió afirmaciones como: "espero que el árbitro cumpla con su trabajo, que el CNE cumpla con su rol", dijo, poniendo en duda la seriedad del mismo ente electoral al que no objetó cuando proclamó su victoria como gobernador reelecto del estado Miranda, el pasado 16 de diciembre de 2012, cuando logró una diferencia de 4 puntos.

Caracas, 15 abr. 2013, Tomado deTribuna Popular TP.- Sin una cifra que avale la presunta victoria electoral de la derecha en los comicios presidenciales celebrados el día de ayer, el candidato perdedor, Henrique Capriles Radonsky intenta desconocer la voluntad popular, emitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) – en base al escrutinio del 99,17 % de los votos – que eligió como ganador al candidato socialista, Nicolás Maduro, con 7 millones 559 mil 349 sufragios.








"Estuvimos conversando y revisando, estamos haciendo todo el proceso de contabilizar y estuvimos viendo los votos en el exterior, los votos cierre de frontera, y cuando sumamos todo eso decimos 'aquí tenemos la posibilidad cierta de que ganamos este proceso electoral", dijo Capriles Radonsky en una rueda de prensa que ofreció desde el comando de campaña antichavista, en donde instó a sus seguidores a desconocer las cifras aportadas por el árbitro electoral, toda vez que en más de 30 minutos de alocución no aportó ni una sola proyección numérica que valide su presunto triunfo.



En el mismo terreno de la sospecha, el abanderado de la derecha en las elecciones del 14-A afirmó que "nosotros creemos que ganamos las elecciones". En base a estas intuiciones, Capriles insistió en la necesidad de contar manualmente todas las boletas de los comicios y extendió un llamado a sus seguidores para que hagan lo propio en las calles del interior y del Distrito Capital.



Mientras el dirigente de derecha alimenta esta matriz de opinión, los más de tres mil observadores nacionales y 170 acompañantes internacionales (provenientes de organismos como la Unasur, Centro Carter, Mercosur, OEA, Celac y la Unión Africana, por ejemplo) han avalado la transparencia del sistema electoral venezolano, catalogado por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter y director del centro homónimo como "el mejor proceso electoral" de las 92 elecciones que ha observado la institución que preside.



Desde 1998, la plataforma del sistema electoral venezolano se ha sometido a un proceso de automatización que ha evolucionado hasta el punto de convertirse en referencia mundial, en la medida en que permite el conteo automatizado de cada uno de los votos emitidos por los electores. Coincidencialmente, desde ese año se ha hecho moneda corriente el que la derecha siembre dudas sobre los resultados electorales.



Para la consulta del día de ayer, en la que participaron casi 15 millones de electores (de acuerdo al último conteo del CNE), se incluyeron 16 procesos y/o elementos auditables: Registro Electoral; producción de los cuadernos de votación; fabricación del desengrasante y la tinta indeleble; base de datos de personas elegibles a los organismos electorales subalternos; software de selección de los miembros de mesa; software de las máquinas de votación; producción de las máquinas; infraestructura electoral; sistema de totalización; datos y código fuente del Sistema de Autentificación del Votante; producción del Sistema de Autentificación del Votante; predespacho del Sistema de Autentificación del Votante; red de transmisión de resultados electorales; predespacho de las máquinas; cierre del proceso o "auditoría en caliente"; y auditoría posterior con el 54% de las mesas (escogidas de manera aleatoria).



Todos estos elementos, aunado a lo observado por las delegaciones nacionales e internacionales de acompañantes durante el desarrollo de los comicios presidenciales llevó al jefe de la Misión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Carlos Álvarez, a solicitar el respeto de los resultados electorales emitidos este domingo por el CNE por ser ésta la "única autoridad competente en la materia de acuerdo a las disposiciones constitucionales y legales de la República Bolivariana de Venezuela".



So pena de estas certificaciones, el candidato de la derecha, incluso días antes de las elecciones esgrimió afirmaciones como: "espero que el árbitro cumpla con su trabajo, que el CNE cumpla con su rol", dijo, poniendo en duda la seriedad del mismo ente electoral al que no objetó cuando proclamó su victoria como gobernador reelecto del estado Miranda, el pasado 16 de diciembre de 2012, cuando logró una diferencia de 4 puntos.