EL PRD UN PARTIDO DISCOLO; CAUSANTE DE PLEITOS ENTRE SI, QUE NUNCA ACABAN.
La celebración de la XXX Convención del PRD ha dejado de lección la vigencia del dicho de que allí impera el pleito de no acabar.
Eso, en adición a los actos contra la libertad de prensa que se cometieron al obstaculizar la labor de periodistas y de retener materiales de reporteros, lo cual es reprochable.
El evento se llevó a cabo en medio de numerosos incidentes que dejaron un saldo de 15 heridos de bala y armas blancas en diversos escenarios de votaciones, la suspensión de la jornada en varios municipios y la queja del aspirante a presidente, Guido Gómez Mazara, de que se le impidió votar a un altísimo número de miembros incluyéndolo a él mismo.
Al final de la convención la comisión organizadora informo que el actual presidente, Miguel Vargas Maldonado, fue reelecto con un 87.27% de los votos emitidos, atribuyendo a Gómez Mazara haber obtenido un 7% mientras este asegura que fue el ganador con más de un 80% de los sufragios.
El hecho es que cuando se pensaba y se daba por seguro la celebración de una convención en orden, paz y disciplina luego de la partida del sector encabezado por Hipólito Mejía y Luis Abinader, opuestos a Vargas Maldonado, el PRD sigue dando muestras de incapacidad para respetar sus estatutos y no saber manejar el tema de las tendencias internas.
Ahora el pleito seguirá en las instancias institucionales y cual que fuesen los resultados quedaran nuevas semillas de discordias.
A juicio de muchos, entre tanto, el PRD sigue su camino de las cíclicas e históricas divisiones que lo están conduciendo a la pérdida de su membresía y de su crédito político en la sociedad y en consecuencia a su inevitable desaparición tras haber jugado un papel estelar en el establecimiento de la democracia en el país.