POR: El Lic. José Antonio Pérez Valenzuela.
La situación en que sectores de la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales conocida como ONG en componenda con potencias extranjeras y bajo la presión premeditadas de la Comisión Interamericana de los “Derechos Humanos” han metido a la Republica Dominicana, es para que los Dominicanos nos empoderemos con valentía rechazando con ahínco las pretensiones de arrinconarnos, arrodillarnos y tratar de arrebatarnos nuestra Soberanía Nacional.
El gobierno de la Republica que preside Danilo Medina parece ceder a las presiones internacionales y de los enemigos “nacionales”; pretendiendo introducir una mal llamada ley de Naturalización, la cual, si se llegara a materializar este debe tener bien en cuenta que no debe afectar lo establecido por la sentencia 168-13 ya que deberá estar acorde a los establecido por dicha sentencia, de lo contrario, dicha ley de Naturalizacion estaría siendo atacada por un recurso de inconstitucionalidad, mediante el Tribunal Constitucional, esta sentencia tiene el carácter de la cosa irrevocablemente juzgada, obligando a los demás Poderes tales como el Congreso Nacional, el Poder Ejecutivo u otros Poderes Publicos.
Al ser esta una decisión irreversible, cualquier decisiónes de leyes, resoluciones que contra venga a esta se vería como un desacato a la constitucionalidad, la cual podría provocar la desestabilizacion de las instituciones y por ende el Estado de Derecho por el cual se ufanan en mantener el estado quo de la Republica Dominicana.
La sentencia 168-13, la cual postula acerca de la Nacionalidad y plantea la regularización del estatus de los extranjeros que viven en condiciones como inmigrantes ilegales e irregulares en el país que vienen siendo reclamado como dominicanos por los organismos internacionales, gobiernos extrangeros, y entidades, que como la Comisión Interamericana de los “Derechos Humanos” (CIDH) y estamentos de la Solidad Civil que pretenden sin que el gobierno lo entienda, crear una crisis institucional en el país para pecar en rió revuelto y viabilizar sus pretensiónes de resolverle un problema a la Republica de Haití.
De nadie es un sereto la pretenciones de potencias extrangeras para tratar de unificacar d la isla.
El presidente de la Republica al dejarse presionar para que se elabore una ley de Regularización de extrangeros e hijos de estos en el pais, no sabe hasta donde lo puede llevar esta decisiónes, ya que puede ser pasible de ser sometido a un juicio político y hasta de ser destituido del cargo si contraviene la constitución y por ende la constitucionalidad establecida en esta ley evacuada por el mas alto Tribunal de la Republica.
Realmente la sentencia es protegida por la propia constitución en su art.73 la cual establece que las sentencias del Tribunal Constucional son vinculantes a todos los poderes e revocable.
Si el Presidente o el congreso de la Republica quiere elaboral una ley de Naturalizacion,
es reconociendo el dereho de los Dominicanos que aun no se le han reconocido como tal a tener una Nacionalidad y al mismo tiempo de exortarles a esas naciones el derecho que tiene la Republica Dominicana de ser Libre y Soberana para determinar quienes somos los que tenemos el derecho de ser Dominicanos.
