Alfredo Freites
afreites.listin@gmail.com
El presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández, trazó los objetivos de su partido para su próximo congreso. En su artículo en el Listín Diario, con mano firme, dibuja lo que entiende debe ser el rol desde lo inmediato al futuro del PLD. El texto es una brecha para comentar varios de los temas que enfoca y que alumbran el camino para el PLD.
El doctor Fernández toca el tema de la llamada sociedad civil. Destaca lo ríspido de las relaciones con este sector. En estos días he estado conversando con jóvenes de la pequeña burguesía sobre su papel en la sociedad actual. Mi generación tuvo que luchar por la libertad. Ya eso no es tema. La democracia se va abriendo paso.
Los jóvenes tienen ahora las redes sociales que agilizan las convocatorias a sus movimientos de protestas guerrilleras. Poca gente y mucha bulla. Siguen atajando para que otro enlace. Desechan el factor ideológico como elemento compactador. Hacen culto a la espontaneidad y cabalgan sobre los temas apropiándose de los disgustos y cubriendo el espacio de la oposición política.
Pero también están los representantes de la sociedad civil que usan los medios como tribunas de quejas y críticas. Jacobo Majluta decía que querían el poder sin mojarse los ruedos. Leonel asegura que “tratan de imponer la agenda del debate a través de los medios de comunicación, sin asumir ninguna responsabilidad que verdaderamente les comprometa”.
Esta espinita molesta. Se planea ocupar ese espacio.
Afirma que como la pequeña burguesía es de vital importancia para el PLD, en vista de su expansión e influencia en la vida social y económica nacional, el partido morado debe hacer una reflexión y cambio de método.
Asegura que la vigencia de este clima de divulgación obliga al partido a “plantearse una renovada estrategia de comunicación tanto hacia dentro como fuera de la organización”. Quizá por eso da el ejemplo y retomó su tribuna semanal en el Listín.
Leonel, como Bosch, es excelente comunicador. Ambos usaron los medios como agitadores y organizadores colectivos. Mas, el PLD de ahora es casi hermético, incluso para defender sus gobiernos. El líder quiere cambiar la cultura. Pero los peledeístas están abúlicos.
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