«Del 16 al 22 de marzo, en respuesta a los bombardeos de nuestros territorios, los intentos de incursiones y de toma de localidades fronterizas rusas, las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron 49 ataques de represalia con armas de largo alcance de emplazamiento aéreo, incluyendo misiles hipersónicos Kinzhal y drones», señaló Defensa.
El departamento castrense indicó que a consecuencia de los ataques fueron alcanzados «centros de toma de decisiones del Ejército ucraniano, aeródromos, talleres de reparación de armamento, almacenes de drones aéreos y náuticos, bases de abastecimiento y zonas de emplazamiento de militares ucranianos y mercenarios extranjeros».
Rusia lleva varios días informando a diario del derribo de drones y misiles en regiones fronterizas con Ucrania, en particular en la de Bélgorod, ha sufrido varias incursiones de milicias de voluntarios rusos que luchan en el bando ucraniano.
Durante los últimos diez días al menos 21 civiles rusos han perdido la vida a consecuencia de estos ataques.
El mando ruso también rindió cuentas del ataque masivo lanzado hoy con «armas de alta precisión y largo alcance de emplazamiento aéreo, naval y terrestre, así como drones, contra objetivos energéticos, del complejo militar industrial, nudos ferroviarios, arsenales y emplazamientos» de efectivos ucranianos.
Defensa afirmó que «el ataque afectó el funcionamiento de empresas que fabricaban y reparaban armas y municiones».
«Además, fue destruido equipamiento bélico extranjero y armamento suministrado a Ucrania por loa países de la OTAN y se frustró el envío de reservas del enemigo a la línea del frente», agregó el comunicado, según el cual todos los objetivos fueron alcanzados.
Kiev denunció hoy el lanzamiento del mayor ataque ruso contra la industria energética con más de 90 misiles y 60 drones.