Por el
Licenciado José Antonio Pérez Valenzuela Premio Nacional e Internacional de
Literatura Gestor cultural y pre- candidato a regidor por el Partido de la Liberación
Dominicana PLD.
El presidente de la República Dominicana el Licenciado
Danilo Medina Sánchez se encontraba en una situación muy
delicada parecida a la situación por la que llevo al ex presidente Silvestre
Antonio Guzmán Fernández a quitarse la vida.
Por un lado lo tenían presionado, secuestrado y por
ende silenciado por unas ínfulas de empresarios que hace un tiempo se
convirtieron en funcionarios de sus Gobiernos después de este haber asumido el
solio presidencial en el año 2012. Después de la aventura de forzar la reforma
constitucional del 2015 en la que lograron convencer al Dr. Leonel Fernández
Reyna de que desistiera de frenar dicha reforma constitucional,se han creídos
que el Estado es una propiedad de la exclusiva posesión de ellos.
Es por eso que el presidente de la República no había hablado ante la disyuntiva entorno a si
está o no en reelección, porque estos
empresarios ambiciosos enganchados a políticos y que desde hace mucho vienen financiado
las aspiraciones presidenciales del actual presidente Danilo Medina para
convertirse en funcionarios y poder hacer desde el poder diabluras para poder
aumentar el capital de sus empresas.
El presidente se sentía presionado e indeciso ante
unos señores a los que les debe sus aportes para que él se convirtiera como ya
se convirtió por dos ocasiones en presidente de la República.
Hay que recordar que Leonel Fernández encomendó en Danilo
Medina desde la secretaria administrativa de
la presidencia los posibles nombramientos de los peledeistas que irían al tren
del Estado, cuando en el 1996 el PLD llego por primera vez al poder y que este
se aprovechó para sacar ventajas políticas que hoy viene empleando para tratar
de destruir políticamente a su más cercano compañero y como se llama esto en el
algor popular “traición”.