Por Leonardo Plata.-
BARAHONA.- El municipio de Santa Cruz de Barahona se ha convertido en un narco pueblo, debido a la gran incidencia del narcotráfico en todas sus dimensiones y accionar para poder operar libremente.
El tema espinoso de las drogas, el cual nadie quiere hablar por temor o por complicidad, es un asunto que cada vez mas toma mayor espacio y radio de acción en diferentes estamentos de la vida social en Barahona, y porque no decirlo, ha penetrado hasta algunas autoridades.
Barahona y la zona costera, se ha convertido en el principal puerto marítimo y especio áreo preferidos por los carteles de las drogas procedente de Colombia y Venezuela, por su ubicación territorial y el mar Caribe, una ruta perfecta por el tráfico internacional de drogas, hacia Europa y Estados Unidos.
Mucha de las drogas que llegan por mar Caribe o vía área, se queda en la zona para consumo local, o como pago a narcos locales por sus servicio de venta y transacción de drogas con otros pueblos y zonas del país, lo que hacen de Barahona un escenario perfecto para las autoridades corruptas y permeadas por el narcotráfico, meter sus narices para obtener grandes cantidades de dinero, a cambio de tapar o colaborar con el narcotráfico.
En los últimos meses, el bombardeo de droga en la zona costera de Barahona, ha sido alarmante y motivo de preocupación para los ciudadanos, ya que el negocio de las drogas está tomando muchos espacios en diferentes sectores de la sociedad de Barahona, llamase autoridades, empresarios que reciben dinero de narcos, los cuales son lavados a través de la actividad comercial.
Son varios casos de autoridades envueltas en el narcotráfico, pero que no se les da seguimiento ni hasta ahora han existido régimen de consecuencia, lo que indica claramente el deterioro moral de las autoridades llamadas a combatir el narcotráfico y crimen organizado.
Otro punto es la riqueza mostrada de la noche a la mañana de algunas personas, sin abolengo, sin heredar grandes fortunas de dinero, exhiben riquezas inexplicable, estableciendo negocios para lavar dinero procedente del narcotráfico, pero que nadie le pone atención, mucho menos las autoridades llamadas a realizarlo, se hacen de la vista gorda o los pendejos.
