jueves, 10 de enero de 2019

Todas las condiciones están dadas para que se produzca una situación parecida a la de 1965 si se intentara vulnerar la constitución para imponer la reelección

 
Por el Licenciado Jose Antoniano Perez Valenzuela                                                                              (Toñin el poeta caminante) Premio Internacional                                                                                    de Literatura en Argentina y nacional en la comisión                                                                                de genero del Poder Judicial, Gestor Cultural en la                                                                                  Región Suroeste de la República Dominicana.             

Especial para la Expresión del Sur
10/1/2019

En la República Dominicana se estarían produciendo todas las condiciones para que se vuelvan a producir los acontecimientos violentos que se produjeron en abril de 1965.

De todos es conocido los aprestos de un sector del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con el objetivo de querer modificar la constitución para imponer la reelección.- Sin embargo estos sectores de poder no sean percatado de la realidad que se vive en el sentir de una parte mayoritaria de la población y de la mayorías de los miembros de la Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

A diario quien escribe en su caminar por las calles de este país escucha ese sentir que manifiestan sin tapujos estas personas y esto quiere decir que de producirse esa aventura de vulnerar la constitución seria tomado como un detonante para que dichos sectores de la población en alianza con un gran sector de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se empoderen indignado ante la indo-minia de querer imponer una segunda reelección que abra la compuerta a un régimen dictatorial.


La República Dominicana se volvería a dividir entre constitucionalista y anti constitucionalista, los partidos políticos se dividirían todos sin excepciones y se armaría una lucha frontal agresiva y violenta que podrían producir una grave crisis de inderogabilidad de impredecibles consecuencias.

La clase política de la República Dominicana debe pensar muy bien los pasos que pretenden dar para que sus ambiciones de poder no le rompan su estabilidad que hasta la actualidad le han dados pingues beneficios, si su to-sude y su actitud  sectaria de querer avasallar a los demás los siguen segando, podrían despertar con el miedo que le habría causado una gran pesadilla por querer seguir soñando con querer mantenerse en el poder a como de lugar.
Las ambiciones, podrían romper el saco