jueves, 8 de marzo de 2018

ALGUNAS REFLEXIONES ANTE EL DISCURSO DEL PRESIDENTE



Lic. Jose Antonio Perez Valenzuela, 
Premio Internacional de Literatura 
en Argentina y en la Comisión de 
género del poder Judicial de la 
República Dominicana. 
Gestor Cultural de la Región suroeste.

El discurso de rendición de cuentan hecho por el presiden Danilo Medina el 27 de febrero pasado, fue un discurso falaz, cargado de emotividad y muchas equivocaciones mentirosas tratando de ocultar la realidad que realmente vive el pueblo dominicano carente de fortuna y acumulación de capital que el gansterismo político posee a través de la corrupción y la explotación que se expande mediante el lavado de dinero sucio que se ejerce desde la clase empresarial y que llega hasta los administradores de las instituciones del Estado salvandose la actitud de raras excepciones.

Esa loca carrera especulativa y las persistentes acciones que buscan alcanzar el éxito mediante los amasijos de fortunas fabulosas, los disfrutes de lujos, y el consumismo banal que están arropando a las elites empresariales y de los partidos políticos que se reparten el presupuesto nacional que con los impuestos y el trabajo producimos por las fuerzas del pueblo trabajador, ellos se ceban para repartirse entre si y sus cúpulas mafiosas el reparto de lo que esta dispupuesto para ser distribuirdo entre todos en base a cada uno segun su necesida y acada uno segun con su capacidad.

Pero parece ser, que con su discurso, el presidente tratando de marear al pueblo dominicano que se encuentra en la actualidad indignado por el poco caso que se le ha hecho entorno al reclamo para que se le imparta justicia ¡ya!, ante el robo y la entrega de comisiones por parte de la empresa mafiosa Odebrecht con el objetivo de que se les aprueben los proyectos leoninos recibidos por parte de empresario inescrupuloso  y que fueron aprobados por políticos, funcionarios, diputados y ex diputados, senadores y ex senadores.-...LEER MAS

El presidente ha pretendido tratar de impregnar un estado de ánimo que subjetivamente trate de levante los ánimos con un optimismo pre-fabricado artificialmente para venderle a la opinión nacional el hecho de que las cosas en el país anda muy bien, pero la vivencia de la clase que forma parte de la fuerza del pueblo trabajador y humilde, que se debate entre la precariedades, sabemos que no es asi y que nos está hiendo muy bien, motivado a que somos oprimidos, excluidos y explotados por la clase capitalista y oligárquica que representan esos políticos gobernantes y sin embargo, los que desde una supuesta oposición están haciendo politiquerías caras, cuyos el objetivos son, llegar a administrar el estado para continuar ordeñándolo para ellos, crecer económicamente, bajo el esfuerzo y el sacrificio del trabajo de esas fuerzas del pueblo trabajador, que a pesar de que contribuimos para aumentar la producción que esta logrando un crecimiento económico y crean riquezas  en la nación, mientras solo llegan migajas para algunos de nosotros y muy poca o ningunas migajas para la grandes mayorías nacionales.

Estas se quedan arriba y no es derramada hacia abajo ya que está, a la que se refiere el presidente, se quedó en el cohollo opulento que también causan un derramamiento de pobreza, el cual se exhibe en los rostros humildes de las mayorías de los dominicanos.

Este empobrecimiento es lo que está produciendo la rebeldía, las acciones y las masificaciones de tantos actos desenfrenados y desagradables que se nos agrandan cada vez más, se degradan y se descomponen de manera amenazante y agresivas, que se expresan, a través, del crecimiento de las practicas delincuenciales, entre los que convivimos, en esta isla, motivado por el mal ejemplo que nos imprimen los que nos dirigen.

Nos han obligados a una vida de sobrevivencias que es alimentadas por la dominación de un sistema capitalista salvaje y bestial, desordenado, inseguro, corrupto y corruptor que constantemente es reproducido por los grandes medios masivos de comunicación que son controlados por las grandes corporaciones  capitalistas y oligarcas del nuevo orden globalizado mundial, nos adaptamos a él, o sucumbimos, o resistiremos con creatividad,  fuerza, valor y dignidad.

En el país que nosotros mal vivimos, señor presidente, lo que sentimos aquí, es opresión, explotación, marginalidad, exclusión social y mayor despojo de nuestros esfuerzos mancomunados, mediante el crimen, el robo, el saqueo de nuestras riquezas, si acaso se pueden considerar como nuestras, ya que esto solo se ve en los periodos de acumulación y concentración de capitales por parte de unos pocos capitalistas y el despojo de las grandes mayorías que nos encontramos en la pobreza que usted no ve, porque, estimamos siendo rechazados y desprotegidos por su insensible mal gobierno.

Señor presidente, esos empobrecidos que usted afirmo que saco de la pobreza, fuimos engañados  y seguimos siendo pobres, motivado a que, sus funcionarios parece ser, que no nos encontraron como destinatarios anti pobreza y se apropiaron de los recursos destinados para tratar de disminuir la pobreza y todavía nosotros seguimos siendo pobres tanto material como espiritualmente, es por eso que la gran mayoría de esos pobres optan por buscársela mediante actos de delincuencias como medio de vida para la sobrevivencia y es por eso mismo también que los pobres del vecino país haitiano han incrementado la emigración masiva de esta clase de ciudadanos y estas acciones no se hacen porque le gustan o quieren hacerlas, sino porque los empujan las necesidades de sobre vivencia, por el efecto de la cultura dominante y la negación de los valores, y usted lo sabe señor presidente y se hace el desatendido de ellos.

Es el sistema señor presidente que viene llevando esto a ese extremo dramático con unos empleos con precarios salarios que viene facilitando que los pobres haitianos tengan que venir a trabajar aquí por esos salarios pírricos y de miseria que para los dominicanos es muy poco, pero que para ellos serían significativos, tomando en cuenta, la situación que se vive allá en el conglomerado haitiano.

Recuerde señor presidente que en nuestra nación se han venido privatizando las mayorías de las fuentes de empleos, provocando el hecho de que se reduzcan considerablemente los empleos estables en el país  y que de los servicios sociales no haya ni de qué hablar,  incluyendo los de la salud, ya  que es mejor morirse, antes de que se pueda cotear los servicios médicos de ciertas enfermedades catastróficas, el buhonerismo se ha multiplicado al extremo de aumentar el trabajo informar que expulsa del consumo a millones de dominicanos y con ello va creando paulatinamente una economía del chiripeo aumentado la arrabalizacion.

Señor presidente, no hay nada más falso, que ese discurso que usted le presento a la nación ante el congreso nacional el día de la dominicanidad el 27 de febrero en el que se conmemoro el 174 aniversario de la independencia nacional, ese fue un discurso disfrazado de supuesta mejoría de la nación y supuestamente para presentar un país tranquilo, seguro y sin delincuencias, un país en donde se combatiría la masiva inmigración haitiana, en donde dizque se redujo la pobreza.

Un discurso pronunciado por el representante de la clase explotadora y opresora de la fuerzas del pueblo trabajador de la Republica Dominicana que están, y siguen impidiendo, que los pobres tengamos una mejor forma de vida, los que desde el poder revestidos de presidente, alcaldes, diputados, senadores, jefes policiales y militares, grandes empresarios, inversionistas extranjeros lavadores y las llamadas corporaciones depredadoras del medio ambiente y la ecología delinquen y dan el mal ejemplo.
No señor presidente, no es verdad que vamos por buenos caminos y que falta mucho por hacer.

El camino malo de la reelección está cerrado, cerrado definitivamente.
Y usted… ¡Es pá fuera que va!