Desde la misma campaña electoral que lo condujo al poder en 1962, Juan Bosch tuvo que cargar con el estigma de ser comunista
Leonel Fernández
Santo Domingo
Hace exactamente medio siglo, el 28 de abril de 1965, el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson ordenó la llamada Operación Power Pack, que consistió en una intervención militar de los Estados Unidos en la República Dominicana, violatoria de nuestra soberanía, independencia y dignidad nacional.
De 41 buques inicialmente desplegados para bloquear la isla, la ocupación comenzó con la presencia en nuestro territorio de miembros del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, a la cual se le unió la mayor parte de la 82 División Aerotransportada del Ejército norteamericano, para un total de 42 mil soldados, bajo la dirección del teniente general Bruce Palmer.
Conforme a documentos que han sido desclasificados por el gobierno norteamericano, el general Earl Wheeler, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, transmitió al general Palmer las siguientes instrucciones , que sirven de guía para establecer las diferencias entre lo aparente y lo real. Dijo así:
“Su misión anunciada es la de salvar vidas norteamericanas. Su misión verdadera es evitar que República Dominicana sea comunista. El Presidente ha declarado que no permitirá otra Cuba. Usted tomará todas las medidas necesarias para cumplir con esa misión. Se le proporcionarán suficientes fuerzas para que cumpla con ese trabajo.”
Eso, obviamente, contrasta con lo que el propio presidente Lyndon B. Johnson había dicho en su discurso del 2 de mayo de 1965, a ocho días del estallido de la Revolución, en el que sostuvo que “la rebelión pro-Bosch se había iniciado como una revolución democrática popular comprometida con la democracia y la justicia social.”
En idénticos términos también se había pronunciado Adlai Stevenson, representante de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, al sostener que el gobierno de su país “nunca había considerado que el partido político de Bosch fuese extremista.”
Si en palabras del presidente Johnson, la Revolución de Abril de 1965 había sido en sus inicios una revolución democrática popular, y en la de su representante ante las Naciones Unidas, el partido de Bosch no era extremista, ¿a qué se debió, entonces, que se ordenara una ocupación militar para evitar que la República Dominicana se convirtiera en una segunda Cuba?