de Narciso Isa Conde

El capitalismo diseñó un mundo, donde no cabe el Poder Popular. Los dos son profundamente opuestos. El mercado no produce para solventar necesidades sociales, produce para el logro de ganancias personales. El mercado es darwiniano. Para el éxito de éste propósito, el mercado tiene que controlar la cabeza de los consumidores, y efectivamente lo logra. El combate por la justicia, tiene que ser al mismo tiempo el combate contra el capitalismo y por la construcción del  socialismo. En Venezuela no se trata de construir primero una “revolución burguesa”, y posiblemente luego el socialismo. Las características de nuestra burguesía: parasitaria, sin tecnología ni mercados propios, profundamente entregada al imperialismo norteamericana y anticomunista, la inhabilitan para hacer con ella una revolución burguesa, amén de que ésta tesis, es originariamente Hegeliana (etapista y esto frena las luchas de clase). Además, los logros del Comandante Chávez, han permitido cualitativa y cuantitativamente avanzar social y políticamente en procura directa del socialismo.”Socialismo o barbarie”.
El artículo 2 de nuestra Constitución, de modo preciso dice, que el nuestro es: “un Estado democrático y social de Derecho y Justicia”. En su artículo 5, hay más precisión del constituyente: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo”. Reiterativamente el Comandante Chávez decía: “gobernar obedeciendo al pueblo”. Simón Bolívar, en carta al Mariscal Sucre el 28 de octubre de 1828, le dice:”yo antepongo siempre la comunidad a los individuos”. Del mismo modo  nos recuerda  Simón Rodríguez:”la fuerza material está en la masa…la fuerza moral en el movimiento de la masa”, “para construir el socialismo paso a paso” decía Chávez. Rousseau, escribió sobre “La Soberanía” del pueblo, que se hace representar por sus “Comisionados”. Los dominadores, obvian nuestras singularidades históricas, para imponernos las modalidades que nos oprimen.  El capitalismo no es civilización, es barbarie.